El pasado 17 de septiembre, cumplí un año desde que decidí dejar la isla. Ha sido una experiencia de la cual no me quejo en lo absoluto por la manera en la cual la estoy viviendo, completo abierto a tener nuevas memorias. En donde estoy no se parece a Puerto Rico en ningún aspecto, aunque hay muchos puertorriqueños, ocurren las cuatro estaciones del año y fue mi primera vez presenciándolo.
De cierta manera, me adapté bastante rápido al cambio y el choque cultural, influyó mucho convivir con mi novia boricua. Ella básicamente fue mi guía en las primeras semana, y, luego, continuaba observando y aprendiendo. Todavía no siento tener una rutina completamente rodeado de americanos, aunque lo tuve durante dos meses y fue inusual. No hay un vínculo fuera del laboral, trabajas y cada cual para su casa, fin.
Quizás dependa del lugar; espero en el próximo lugar toparme con diferentes personalidades y crear nuevos vínculos porque nos vemos creando una vida alejados de nuestros seres queridos. Es complejo asimilar el futuro que nos avecina porque reducimos nuestros días de compartir físicamente fechas importantes a casi cero. No existe la libertad de ver a quienes queramos de nuestra isla bimensualmente, por ejemplo.
Apuesto que casi ninguno de los que vive formando parte de la diáspora hubiese querido salir de la isla. Ojalá hubiesen oportunidades para crecer y, de la mano, una compensación económica que permitiera vivir con el costo de vida tan alto en cual se ha ido transformando. Pero para que eso suceda, hay un listado de cambios que deben ocurrir, empezando por el gobierno y su trabajo en relación hacia quiénes gobiernan.
En estos tiempos, tenemos la ventaja de las videollamadas, pero jamás y nunca, una llamada va a reemplazar un abrazo. Creo que la parte más difícil de vivir lejos es que uno no tiene control del tiempo y, por más bien que uno esté asimilando el adaptarse al lugar nuevo, no hay forma de prevenir pensar en que los días están contados. Vivir en la diáspora, dependiendo de la situación, lo catalogo como una experiencia necesaria para expandir tu conocimiento del mundo y sus culturas, aunque nada será igual a casa, solo uno lo aprecia estando lejos y me esperando muchos años más desde la distancia.
¿Cómo ha sido tu experiencia en la diáspora?
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It's very interesting to read/hear the experience of someone new to the Puerto Rican diaspora. It makes me sad. But, I hope to read more about it.