Almendra: ¿Cómo lloran las personas que no pueden sentir nada? (Reseña del libro)
Comprendernos y relacionarnos con los demás no siempre es fácil
Recientemente, leí la historia de Yunjae, quien tiene dieciséis años, la edad de experimentar todo tipo de emociones. Sin embargo, sus amígdalas del cerebro son más pequeñas que una almendra y, como consecuencia, le impide sentir algo. Desde que supe de esta precisa, puse esta novela en el listado por leer porque, siendo ficción y de la autora coreana Won-Pyung Sohn, quería saber hacía donde me iba a llevar la novela con un personaje pasando por una situación como esa.
Al su papá morir antes de nacer, Yunjae tenía solo modelos a seguir: madre y abuela. Comenzando el libro, presentan cómo el pierde a ambas a la edad de 16 años en un mismo día de forma trágica. Sin expresar nada sobre lo que estaba pasando frente a él, queda prácticamente solo en un mundo que no lo comprende. En ese momento, yo dije: “Okay, ¿y ahora qué va a hacer este muchacho?”. Parece sacado de un anime todo lo que le sucede, cómo le sucede y cómo lo afronta.
Yunjae va narrando su propia historia y se nota tanto su forma de ser a través de la narrativa. Leer esta novela corta desde su perspectiva es una de las mejores formas en que pudo haberse elaborado. Nos permite ir de la mano con él intentando comprenderse y sentía que me iba formulando sus mismas preguntas. “¿Cómo se supone que reaccione ante esta situación para no hacer sentir mal a la otra persona?”, es a veces, sin tener las amígdalas pequeñas, me hago esa pregunta, no me quisiera estar en los zapatos de él.
Imaginemos que no podemos llorar, sentir miedo o enojarnos, pensarán: “Estaría brutal”, pero es que tampoco podemos reír ni sentir alegría por algo. Sin hablar de la falta de empatía que, aunque algunas personas sí que carecen de esto sin la necesidad de tener amígdalas más pequeñas que almendras, complica todo tipo de interacción y el mundo no está acostumbrado a eso. La importancia de, no tan solo sentir, sino de dejarse sentir es vital en nuestro día a día. Cohibir nuestros sentimientos por x o y razón no tan solo nos va afectando internamente, también a quienes nos rodea de diferentes maneras.
¿Qué hay que aprender a cómo expresarse mejor? Definitivamente. De igual forma, en ocasiones, nos equivocamos en cómo dejar salir nuestro sentir y se ven reflejados los mismos efectos de no hacerlo, cuestionándonos y alejando a quienes tenemos cerca. Yunjae, con su honestidad a proceder ante cualquier comentario, duda o pregunta, es el ejemplo perfecto para darnos cuenta de cómo cada acción nuestra, así sea realizada a sentimientos o no, obtenemos una reacción distinta dependiendo de con quien estemos interactuando.
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