“¿Qué pasará?”, es la pregunta que surge después de unas elecciones, por ejemplo. Sabemos que estaremos jodidos, pero no sabemos cuánto. También surge después que tomas una decisión drástica, de esas decisiones que te cambiarán la vida, lo sabes, lo sientes, pero no sabes cuánto impacto tendrá ese paso. Al igual que cuando alguien se enferma gravemente o muere repentinamente, llega la pregunta como delivery de Amazon, casi instantáneo. En ninguno de esos momentos o cualquier otro que aplique se tiene una respuesta, sólo una enorme imaginación con las probabilidades más absurdas.
De todo a lo que le podría tener miedo, la incertidumbre está en la posición número uno. Abarca tanto con intención de drenar hasta la más mínima esperanza. Todo está en mi imaginación, aunque cada vez se vuelve más real. Día a día luchando con los obstáculos de la vida y aquellos que se me forman en la cabeza por diferentes situaciones. “¿Y por qué ocurre?”, es la otra pregunta. Para esa sí tengo respuesta inmediata; porque no se puede tener control naturalmente. Siempre hay algo que está por pasar; nada está quieto o lo suficientemente aislado para no desmoronar la paz creada.
Entonces, es ahí donde la incertidumbre nos hace imaginar caos y el caos nos hace estar intranquilos y la intranquilidad nos hace perder el sueño y el despertar en la madrugada nos hace pensar en la incertidumbre, donde el ciclo se repite. Tanto así que durante el día, mientras guío, me voy en ese daydreaming creando escenarios posibles, pero falsos, inclinados hacia la negatividad o una realidad muy, muy, muy hostil. “¿Qué podría hacer para evitar este miedo?”, ya medito buscando concentrarme en la respiración, evitando que los pensamientos tomen control y como quiera me ganan.
Cada vez son tiempos más difíciles y las redes sociales no ayudan, al contrario, crean más exposición a ese miedo. Podría decir que hay muchos en este barco, lo expresan con su propio estilo, pero ¿cómo lo hablamos públicamente sin parecer un pesimista del futuro? Y, también, ¿cómo lo hablamos sin perder de perspectiva el presente, el ahora, el hoy? La incertidumbre puede llegar por tantas áreas que olvido todo por lo cual debería estar agradecido en este preciso momento. Y, aún sabiendo eso, sigue ocupando ese primer lugar por su insistencia en no querer desaparecer. Es impredecible, aún teniendo su patrón al cual te vas asimilando hasta que FUAP, llegó por otra entrada.
En esta película, no hay corte ni repetición de escenas, el rodaje no para, el guión se escribe en el momento y no hay control de la escenografía, tampoco de los otros personajes, sólo controlas los diferentes roles que tienes en la vida como pareja, amigo, hijo, hermano, estudiante y muchos más, duermes o intentas dormir, tratando de descansar lo suficiente para cumplir al otro día y al otro día y al otro día con todo lo que conlleva vivir dentro de la incertidumbre. A veces me paraliza internamente, pero por fuera sigo andando, tengo que seguir hacia delante, no puedo parar aunque siga sin tener las respuestas del mañana u horita lejano o cercano.
Mi libro El bachillerato: Donde todo y nada pasa está disponible en Amazon.
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Muchas gracias por leerme, te lo agradezco.
La respuesta a todo ese miedo esta en Dios, ora y confia y veras siempre resultados positivos. Con lo que no podemos se lo entregamos a Dios y el lo resolvera.
Dios te bendiga